La Federación de Partidos del Pueblo:

Una oposición de gran popularidad en el Distrito Federal que fue rápidamente desintegrada.

Por Noé Daniel Sosa Santos

La Federación de Partidos del Pueblo Mexicano (FPPM) fue un partido fundado en 1951 que al poco tiempo de su registro alcanzó una gran popularidad en muchas zonas de México, en especial en el Distrito Federal. Esta organización, liderada por el prestigioso general Miguel Henríquez, se desarrolló en un contexto en el que el gobierno de Miguel Alemán (1946-1952) venía disminuyendo su credibilidad por cuestiones como la corrupción de los funcionarios, el autoritarismo del régimen, el aumento a la desigualdad y un intento de reelección por parte del presidente.

Durante las campañas rumbo a las elecciones presidenciales de 1952 la FPPM realizó diversas actividades en la capital del país como organizar comités del partido a lo largo de la demarcación, repartir propaganda, así como realizar mítines y marchas en las calles del Distrito Federal. En sus eventos públicos los dirigentes del partido prometieron acabar con la corrupción, promover la autonomía sindical, frenar los monopolios que afectaban a los campesinos, volver al reparto de tierras emprendido en años anteriores, garantizar el voto femenino y darle fin al autoritarismo.

La propuesta de campaña de la FPPM generó que este partido contara con el apoyo de sectores que residían en la capital del país, como los obreros, las clases medias, las mujeres, los colonos de áreas marginadas, los estudiantes y los campesinos, quienes exigían una mayor apertura del régimen para la atención a sus necesidades y vieron en la oposición henriquista una manera de participar en la arena política de México y encontrar una solución a sus demandas. El apoyo de estos grupos hizo que la convocatoria de este partido aumentara a tal punto que la prensa de la época reportaba una asistencia a los mítines que iba de las veinte mil a las cien mil personas.

La alta popularidad de la FPPM en el D.F. respecto a los otros partidos de oposición, como el Partido Acción Nacional y el Partido Popular, también se vio reflejada el día de las elecciones. En la capital del país Miguel Henríquez obtuvo 112,363 votos, Efraín González, del PAN, 62,572 y Vicente Lombardo, del PP, 18,482. A pesar de estos resultados y los numerosos mítines, el henriquismo se quedó muy lejos de ganarle al PRI, que consiguió 196,511 sufragios. Ante ello, los henriquistas consideraron que las autoridades electorales habían orquestado un fraude y emprendieron diversas acciones de protesta que fueron contenidas por las autoridades. Un caso de represión a destacar es el sucedido el 7 de julio de 1952 en la Alameda Central, en el que intervinieron violentamente miembros de la policía y del ejército.

A pesar de que la FPPM fue un partido opositor de alta popularidad en el Distrito Federal, hubo diferentes circunstancias que redujeron su fuerza en los meses siguientes. Por un lado, el gobierno emprendió acciones de vigilancia, detención y encarcelamiento de sus miembros, de tal forma que poco a poco fue desgastando a la organización y generando deserciones. Por otro lado, la dirigencia de este organismo fue incapaz de crear una sólida estructura que le permitiera trascender a las elecciones, algunos de los líderes henriquistas renunciaron al partido para incorporarse al gobierno y varios militantes vieron como posibilidad el crear un levantamiento armado para llegar al poder. Este último aspecto influyó para que el 25 de febrero de 1954 la Secretaría de Gobernación declarara la disolución del partido. Así se acabó con una oposición que, pese a su corta duración, supo capitalizar el descontento que había hacia el alemanismo, impactó en las bases electorales del priismo y ganó gran relevancia, en especial en una zona de gran importancia para la economía y la política nacional en los cincuenta, como la capital del país.




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