De miriñaques belgas y sombreros chinos: entre la conquista del espacio público y el distanciamiento social

por Diana Ferullo

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En épocas de pandemia globalizada por el COVID-19 nuestra vestimenta habitual no alcanza a protegernos, haciéndose imprescindible el uso de máscaras, barbijos y guantes quirúrgicos. El estudio de diseño Livable radicado en Bélgica (https://www.dezeen.com/2020/04/22/livable-well-distance-being-covid-19/) redobló la apuesta del distanciamiento social proponiendo como prenda de indumentaria unos miriñaques de ratán que tienen forma de reloj de arena (imagen 1). Su parte más estrecha se asienta sobre los hombros, vallando con su entramado flexible tanto el rostro como el cuerpo de quien lo usa. Se materializa así el espacio vital que requiere la no propagación del virus. Se deja respirar, se entorpece un poco la visión, pero se garantiza que el alejamiento no pueda ser avasallado.

Miriñaque belga diseñado por el estudio Livable 2020

Con el lema de: “keep your distance”, es decir, “mantén tu distancia”, esta reactualización de la crinolina no es apta para sentarse en el transporte público sino sólo para caminar pocos metros hasta el almacén o la farmacia más cercanos. Montando un espectáculo visual de impacto para el resto de los transeúntes dadas las dimensiones del traje, es también unisex y apela de manera audaz a que el género masculino se recubra con un armazón históricamente construido para realzar los curvilíneos cuerpos de las mujeres. Su principal objetivo, sin embargo, no es transformarse en un producto comercializable de uso cotidiano, sino concienciar acerca de la necesidad de generar un campo espacial de protección visible ante el acecho del coronavirus. 

Extravagancias de 1834. Peinetones en el paseo. Litografía de César Bacle

Si bien el diseño de la prenda se inspiró en las cortes europeas victorianas, el miriñaque nos remite también a los tiempos coloniales y post independentistas latinoamericanos. Pienso, en particular, en las ineludibles litografías realizadas por César Bacle en 1834 tituladas Trages y Costumbres de la Ciudad de Buenos Ayres. Al respecto Marcelo Marino, investigador en Historia y Teoría del Arte, destaca que las representaciones de las enormes crinolinas y peinetones usados por mujeres (que llegaron a medir casi un metro de ancho), extendían sus cuerpos a modo simbólico revelando sus conquistas de circulación en el espacio público. Sin embargo, esta mayor visibilidad de las mujeres fuera de la esfera privada del hogar fue retratada por el artista de manera caricaturesca. Sus vestidos y peinetones eran tan amplios que, al levantarse una ventisca, Bacle las dibujó sopladas por los cielos porteños cual fragatas en el río, mientras que sus maridos intentaban sostenerlas para evitar que las ráfagas se las arrebataran (imagen 2). De esta manera, se ridiculizaba a las mujeres por sus vestimentas, intentando desalentar lo que era considerado su exorbitante presencia en las calles de la ciudad.

Niño en escuela de Hangzhou vistiendo un sombrero inspirado en la dinastía Ming

 Ese mismo atisbo de lo aparatoso y lo casi ridículo mostrado por Bacle hace aproximadamente doscientos años se replica hoy en el contexto signado por el COVID-19, a través de la reactualización de prendas de vestir de orígenes temporales remotos. No sólo se trata de los miriñaques belgas, sino de otros accesorios como los sombreros chinos de largas varillas que imitan a los tradicionales “futou” utilizados por la dinastía Ming entre los siglos XIV y XVII. Los mismos se volvieron de uso obligatorio para los alumnos más pequeños de las escuelas en la ciudad de Hangzhou (imagen 3), mostrando con otro ejemplo cómo la interacción en el ámbito de lo colectivo intenta lidiar con lo excepcional y restringido del contacto físico requerido, configurándose imágenes casi tan extravagantes como las trazadas por Bacle. El uso de estas crinolinas y sombreros reafirman la posibilidad de circulación y pasaje de la esfera privada al escenario público y, al proyectar las dimensiones corporales, apelan a recuperar un ámbito individual seguro en espacios sociales desahuciados globalmente por el distanciamiento forzoso instaurado por la pandemia. 

2 Comentarios

  1. He leído varios artículos y me resultaron muy interesantes y muy importantes para la divulgación de la historia en nuestra sociedad ya que contribuye al crecimiento y definición de nuestra identidad.

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