Para que la historia del estado de Veracruz se conozca, también, fuera de las aulas universitarias

por Alicia Salmerón

Hace poco, con pie de imprenta de 2023, apareció la segunda edición de una obra encomiable por muchos aspectos: la Historia General de Veracruz, coordinada por Martín G. Aguilar Sánchez y Juan Ortiz Escamilla, publicada en dos tomos por la Universidad Veracruzana. Se trata no sólo del panorama más completo que existe hoy en día de la historia del estado, sino que constituye un ejercicio bien logrado de construcción de una historia regional a partir de las experiencias locales y que, sólo en función de ellas, toca a la historia nacional e internacional. Reconstruye e interpreta acontecimientos y procesos que tuvieron lugar en el territorio veracruzano, con sus propias dinámicas, y desde ahí, dialoga con la historia mesoamericana, novohispana y nacional, así como con guerras europeas y mundiales.

Se trata de una obra colectiva, escrita por profesionales de la historia, que consideran el estudio del pasado en toda su complejidad, pero que, con rigor y sin concesiones, se dirigen a un público amplio. Lo han hecho así para que la historia de Veracruz se conozca, también, fuera de las aulas universitarias.

La obra inicia con un capítulo de historia ambiental, una auténtica inmersión en el paisaje veracruzano –en sus montañas, su amplio litoral, ríos, clima, vegetación– y en sus comunidades. Este primer texto marca la pauta que habrán de seguir los siguientes: la de considerar siempre el medio natural, la multiplicidad y riqueza de sus subregiones y su sociedad como condición para explicar los fenómenos y procesos históricos regionales, para entender lo que ha vivido su gente y cómo lo ha vivido.

Esta historia nos acerca a las culturas antiguas que se desarrollaron en el territorio del hoy Veracruz, antes de la llegada de los españoles –olmeca, totonaca, de Remojadas, el Tajín y Mixtequilla–; luego atraviesa el tiempo de la conquista, en el que incursionaron expedicionarios, conquistadores, exploradores, frailes y colonos españoles, quienes introdujeron instituciones, congregaron a los pueblos de indios, impactaron su paisaje y transformaron a su población. A partir de ahí, la obra se dedica más ampliamente a la historia del “largo” siglo XIX en Veracruz desde el impacto de las Reformas Borbónicas hasta el estallido de la revolución social de 1910–, al “corto” siglo XX y a lo poco que llevamos del XXI– del que no sabemos todavía si será siglo corto, mediano o largo.

El primer tomo de esta Historia General agrupa los estudios de la historia ambiental y antigua y llega hasta finales del siglo XIX. Destina amplios capítulos a seguir la historia del estado desde la independencia para seguir luego, paso a paso, los grandes temas que tocan a la construcción de la nación mexicana desde la región de Veracruz. Considera las guerras en territorio veracruzano: desde la de independencia misma, que en Veracruz no termina en 1821, sino con el retiro de las tropas españolas de San Juan de Ulúa en 1825; recorre pronunciamientos y nuevas guerras internas e internacionales que hicieron del estado un auténtico “teatro de operaciones militares” y que alteraron sus dinámicas políticas, económicas y sociales. Con todo, la obra muestra al Veracruz del siglo XIX como un estado que se construye y reconstruye, que intenta en todo momento impulsar el desarrollo económico y social; un estado que, para las últimas décadas del siglo, logra estabilidad política e inaugura una época de cambios estructurales profundos que se traducen en un notable aumento en sus actividades productivas, crecimiento demográfico e impulso a su vida cultura.

El segundo tomo de la obra está dedicado, completo, a la historia del siglo XX veracruzano y primeras dos décadas del XXI: revolución y luchas sociales; reparto agrario y posterior abandono del campo; bonanza veracruzana marcada, de manera principal, por las industrias eléctrica y petrolera; crecimiento demográfico y emigración; dinámicas políticas con gran impronta del centro a partir del accionar del partido de Estado. Asimismo, este tomo dedica, de manera por demás original, un capítulo a la historia ambiental del estado en el siglo XX con sus luchas ciudadanas en contra de obras con fuerte impacto ecológico–; otro a la historia de la participación política y social de las mujeres veracruzanas.

Esta Historia General de Veracruz constituye una gran contribución a la historia del estado: una historia escrita desde la región, que no pierde de vista lo nacional ni lo internacional. Historias con esta perspectiva, más allá de acercarnos al pasado de cada región, permitirán construir mejores historias nacionales de México, pues la nación mexicana se ha construido desde sus regiones.

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