por Luciano Ramírez Hurtado
Basta echar un vistazo al catálogo digital del Fondo Antiguo de libros de la Universidad Autónoma de Aguascalientes para percatarnos de la riqueza de su acervo. Dicho fondo se divide en dos secciones: virreinato o colonial y siglo XIX. Suman casi cuatro mil ejemplares, la mayoría de ellos editados en Europa. Muchos están en latín, francés e inglés.
Luego de la guerra de tres años, en 1861 los liberales se apresuraron a aplicar las Leyes de Reforma, se apropiaron de los edificios que albergaban las instituciones del clero y eso implicaba sus antiguas bibliotecas conventuales, que fueron nacionalizadas; sus acervos pasaron al resguardo del Estado y posteriormente puestos al servicio del público. En el proceso, no pocos libros se destruyeron, se dispersaron o se perdieron.
Es probable que al nacionalizarse el claustro del convento de la Limpia Concepción de los Franciscanos Dieguinos de Aguascalientes, el acervo de libros pasó a formar parte de la biblioteca de la Escuela de Agricultura, institución fundada en 1867, luego denominado Instituto Científico y Literario (pasó por otras denominaciones como Escuela Preparatoria, Instituto de Ciencias) y a partir de 1942 conocido como Instituto Autónomo de Ciencias y Tecnología, antecedente de la Universidad Autónoma de Aguascalientes creada en 1973.
En 1972 ocurrió un hallazgo: un lote de libros fue encontrado por accidente mientras se hacían trabajos de albañilería en el edificio central del entonces Instituto Autónomo de Ciencias y Tecnología. Doscientos ejemplares ocultos –quizás por iniciativa de un fraile antes de la nacionalización-, emparedados, fueron hallados en perfecto estado de conservación pues estaban envueltos en paños con cal.
Los temas principales de la sección colonial o virreinato, son los enfocados a los estudios teológicos, gramáticos y escolásticos, en la esfera del campo de la Iglesia Católica: doctrina cristiana, catecismos, historia eclesiástica, historia pontifical, sermonarios, disquisiciones morales, biblias, hagiografía, concilios ecuménicos, instrucciones para párrocos, providencialismo, doctores de la Iglesia y patrística, pláticas doctrinales, fiestas religiosas, cartas pastorales, compendios; textos de filosofía aristotélica, tomística; derecho canónico. Hay un libro sobre astronomía y astrología, una maravilla.
Propio para una comunidad estudiantil, de una biblioteca pública fundada en el último tercio del siglo XIX, cuenta con ejemplares que tienen que ver con historia universal, historia antigua, historia de España, historia de las repúblicas italianas durante la edad media, historia de la Nueva España, historia de México, así como de geografía, gramática latina, filosofía, retórica. Lo que hoy llamamos las ciencias sociales y las humanidades, y antes las artes y disciplinas liberales entre las que se incluía la aritmética.
Diccionarios de ciencias médicas, de física, de química, de nociones terapéuticas y cirugía, de agricultura práctica, de la industria comercial, de artes y manufacturas.
Hay bastante también sobre botánica, anatomía, agricultura, homeopatía. Otros tópicos: teatro, ópera; poesía; literatura; bellas artes.
Abundan los instructivos y manuales, algunos muy técnicos pensados para artesanos y obreros. El XIX es el siglo de los grandes inventos, de la revolución industrial, del avance de la secularización en que el progreso no parecía tener fin.
El fondo antiguo cuenta con un espacio reservado, con estantería adecuada y mobiliario pensado para albergar un reducido número de consultantes, en la biblioteca central, en Ciudad Universitaria. En cuanto a las condiciones de consulta, se sugiere primero revisar en línea el catálogo digital para luego acudir físicamente a solicitar materiales, previo llenado de solicitud en formato correspondiente.
Las posibilidades que brinda a los estudiosos este acervo de libros antiguos que resguarda la Universidad Autónoma de Aguascalientes son muchas. Un tesoro que debe ser aprovechado para realizar investigaciones serias y rigurosas.