Cómo despenalizaron las prácticas homoeróticas en Estados Unidos (parte 1)
por Miguel Ángel Sandoval García
Hoy en día la homosexualidad es reconocida y aceptada en una buena parte del mundo occidental. La mayoría de los países en América y Europa no sólo la protege, sino que además reconoce la existencia de diferentes formas de unión entre personas del mismo sexo. Por este motivo, no deja de ser sorprendente que, hasta hace relativamente poco tiempo, el sexo homosexual masculino estuviera criminalizado en países desarrollados.
Ese fue el caso de Texas, Estados Unidos, en donde la sodomía siguió siendo ilegal hasta 2003 ¡en pleno siglo XXI! En ese año la Suprema Corte de Justicia de ese país declaró inconstitucional la Sodomy Law (Ley antisodomía) del estado texano. El fallo del máximo tribunal se hizo en respuesta a la apelación judicial de dos hombres homosexuales, uno blanco y otro afroamericano, después de haber sido procesados por haber mantenido relaciones sexuales de manera consensuada y en un espacio privado. Nos referimos a John Geddes Lawrence y a Tyrone Garner.
En este artículo, que dividiremos en dos partes, nos gustaría exponer este caso criminal –porque así fue considerado en su momento—, que acabó uniendo a agrupaciones políticas y civiles en torno a la defensa de una minoría históricamente perseguida; también nos interesa explicar cómo sus esfuerzos terminaron por despenalizar las prácticas homosexuales masculinas en Estados Unidos.
De igual modo, consideramos pertinente desarrollar, aunque sea brevemente, el contexto a partir del cual se abrogó la Ley antisodomía de Texas, ya que no se trató de un caso excepcional en la historia de los Estados Unidos.
La legalización de las prácticas homosexuales masculinasen el país norteamericano tiene una historia larga y complicada. En general, la ruta que siguió dicha despenalización puede dividirse en dos: la que se hizo por medio de la acción legislativa de los estados entre 1961 y 1980, como consecuencia de la revisión de los códigos penales estatales; y la que fue producto de las resoluciones de la Suprema Corte de Justicia.
Ahora bien, la despenalización hecha desde la Suprema Corte de Justicia no siempre siguió un proceso lineal. De hecho, a finales del siglo XX el colectivo homosexual sufrió un importante revés en el reconocimiento de sus derechos. En 1986 el caso “Bowers v. Hardwick” puso en entredicho la constitucionalidad de la Ley antisodomía de Georgia y, desgraciadamente, fue rechazado por la Suprema Corte de Justicia en una decisión de cinco a cuatro. La ley siguió estando vigente hasta 1998, cuando fue abrogada por la vía legislativa.
Ahora bien, tal y como veremos en la segunda parte de este artículo, la culminación del proceso de despenalización de las prácticas homosexuales entre hombres no llegaría sino hasta 2003, con el caso “Lawrence v.s. Texas”.